lunes, 22 de noviembre de 2010

Web 2.0, copyleft y contenidos abiertos. Software libre y Creative Commons.


El hecho de compartir conocimientos en la red no es algo habitual. Parece que está de moda que cada uno sea propietario de sus conocimientos y que los guarde y reserve para śi mismo. Pero surgen los programas de software libre en los que el código está abierto, donde todos se comparte y cada usuario puede adaptar el programa y mejorarlo y, a la par compartirlo en la red. Gracias a esto el avance ha sido enorme.
Hace 4 años que en mi ordenador en casa hemos instalado Linux. Al principio yo era muy reticente a ellos pero la prueba y el tiempo me han dejado las cosas muy claras. No tenemos virus, nunca se nos estropea ni borra nada en el ordenador. Disfrutamos de todas las ventajas que te da disponer de un software propietario sin piratear nada. 
Al principio acostumbrada a lo que ya conocía me resultó más fácil de lo que creía acostumbrarme a otros programas pero gracias a ellos puedo decir que me he espabilado mucho con las herramientas informáticas pero considero muy positivo el cambio. 
Lo promuevo todo lo que puedo entre mis conocidos y entre mis alumnos. Es bueno saber que existe algo más que Windows y Microsoft, saber que el mundo es enorme...
Creo que compartir el conocimiento es beneficioso para todos.
Actualmente las modas han cambiado y ahora las tendencias se tornan parece que ahora
Crear contenidos y compartirlos en la red parece estar de moda. En contra de la defensa de la industria de la propiedad intelectual, una nueva tendencia se abre paso y gana adeptos: permitir la libre distribución y reproducción de las creaciones de todo tipo. Se comparten ciertos contenidos pero otros tienen licencia propietaria en algunos contenidos.
Otra opción es el conocido como copyleft en el que sólo algunos derechos  están reservados. Esta nueva opción pretende cambiar el mundo de las creaciones intelectuales, haciéndolo más flexible, fácil de compartir y modificar. Estas licencias no se aplican a la mayoría de películas, libros y canciones populares, cada vez son más los artistas que deciden compartir sus trabajos bajo Creative Commons, un organismo que opera en todo el mundo y se encarga de gestionar los registros.
Probablemente muchos conozcan, aunque sea de nombre, el sistema operativo Linux, ya comentado en esta columna. La gran popularidad de este software, más allá de la estabilidad y seguridad que ofrece, es que es gratuito y se puede modificar, copiar y redistribuir cuantas veces se quiera. Esto es así porque la licencia bajo la que se distribuye -GNU, o de documentación libre- lo permite. Inspirado en este modelo, Lawrence Lessig, profesor de la Universidad de Standford, fundó Creative Commons (bienes Comunes Creativos). Esta es una organización no gubernamental que se plantea “reducir las barreras legales de la creatividad por medio de nueva legislación y de las nuevas tecnologías”, según se lee en la Wikipedia. Justamente esta es una enciclopedia en línea que representa el más claro ejemplo actual de contenido libre.
Las licencias ofrecidas por Creative Commons cuentan con “diferentes configuraciones o principios, como el derecho del autor original a dar libertad para citar su obra, reproducirla, crear obras derivadas, ofrecerlo públicamente y con diferentes restricciones, como no permitir el uso comercial o respetar la autoría original”. Una interesante propuesta es licenciar los trabajos para naciones en desarrollo. “Esta licencia permite que los derechos de autor y regalías por las obras se cobren solo en los países desarrollados del primer mundo, mientras que las mismas se ofrecen de forma abierta en los países en vías de desarrollo”, explica la Wikipedia.
La gran mayoría de los materiales licenciados como Creative Commons permiten la reproducción, siempre que se cite la fuente. En algunos casos también se permite la alteración del original, y en otros el uso con fines económicos.
Algo que deb quedar claro es que el hecho de que sea libre no significa que sea gratis. Como estamos viendo, en Wikipedia su creador pide fondos para mantener la página, en software libre y programas con licencia libre hay una gran oferta de negocio ya que a través de un programa ya creado con código abierto, por ejemplo firefox no tiene licencia y sus contenidos son abiertos de modo que cualquier usuario puede utilizarlo y mejorarlo para luego venderlo a una empresa una vez adaptado para ella por otras empresas.
He encontrado en la red un cuadro con las distintas atribuciones de las licencias creative commons.

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